jueves, 19 de febrero de 2009

Sobre la eutanasia


Hoy estaba yo meditabundo, cuando se me ha ocurrido escribirte esto, va sobre un tema que actualmente está muy en entredicho: la eutanasia. No sé si coincidirás con mis puntos de mira en estos temas (más bien, no me importa), pero aun así, te dejo el tema en el aire para que lo medites un poco, nunca viene mal alguna que otra reflexión...


Para mi forma de pensar, la muerte es asunto de Dios, no de humanos. Si a mí me ocurriese algo de eso, yo jamás querría morir por mí mismo, yo quiero luchar hasta el final, hasta que Dios quiera, no quiero morir a manos de hombres, pues mi vida no pertenece a los hombres.

Mi vida pertenece a Dios, mi patria no es España o cualquier otro país, mi patria es el Cielo. (Filipenses 3,20)

Por otra parte, ajenos a la religión, la eutanasia está fuera de sentido por completo. Nadie, en ningún momento tiene dominio alguno como para decir: "Mi hijo sufre mucho, quitadle la vida".

Entonces, ¿Dónde queda la igualdad entre todas las personas, estamos diciendo que el sufrimiento de un ser humano se sobrepone a la vida de otro? Estoy hablando de la eutanasia involuntaria, que es donde se dan más casos por el estilo.

En eutanasia activa y de propia voluntad, tampoco me considero a favor, simplemente porque un gobierno jamás ha de consentir unos medios para quitarle a una persona su vida, ¿No estaríamos cayendo en una complicidad de asesinato? Las propias leyes hablan por sí solas. Si quiere la gente, que se suicide, pero que un gobierno no se manche las manos de sangre bajo ningún concepto.


¿Soluciones?

- Mejores cuidados paliativos en centros hospitalarios.

- Tratamiento psicológico y psiquiátrico con cualificación excelente, al servicio de los afectados.

- Suministro de medicaciones debidas para paliar dolores de forma más eficaz.

- Mayor atención a afectados por enfermedades raras, en muchas ocasiones ahí encontramos un gran problema, con enfermedades que le ocurren a una decena de personas en todo el mundo, por ejemplo.

Pero, repito, JAMÁS, hay que recurrir al asesinato como vía de salida, es una salida fácil y fuera de la ley y los derechos humanos fundamentales a la vida. Además de un acto sumamente pecaminoso.

Pues eso, aquí nadie decide sobre la vida de nadie, el que no quiera vivir, que se suicide, pero que no manche de sangre las manos de el gobierno entero de un país.

Aborto en una imagen...


Hoy quería hablarte del aborto y de la reforma que quiere plantear el gobierno de Zapatito y compañía (no merece ser llamado "de España"), pero como me has pillado justo de tiempo ahora mismo, por el momento dejo que las imágenes hablen por sí solas...

Ante esto sólo le puedo decir a estos malditos gobernantes una cosa: hijos de la gran puta, hijos de la grandísima puta.

Sobre... 1Timoteo 4,3


Hoy dejo este regalito, sobre una confusión bíblica de un amigo, a ver qué os parece...
Resulta que él es cristiano, pero no católico, y encontró una cita bíblica de la carta de San Pablo a Timoteo dpnde se hablaba de gentes que prohibirían el matrimonio, y lo achacó en error de exégesis al sacerdocio en celibato de la Iglesia Católica. Pues bien, aquí dejo un planteamiento razonado que no lo señala así como él me contó... Espero que os guste y os haga razonar.

Esa gente proscribe el matrimonio y prohíbe el consumo de determinados alimentos que Dios creó para que los creyentes y los conocedores de la verdad los comieran dando gracias. (1Timoteo 4,3)

Resulta que señalaba al clero católico como una supuesta profecía pulina... Pero vas errado.

Me explico.

Sabemos por ciertos documentos de la época (entre ellos, el propio libro de los Hechos de los Apóstoles) de el florecimiento de sectas cristianas que hablaban del creyente conocedor del Logos (La Palabra de Dios), que apoyaban que Jesús era sólo espíritu visible para los que tenían fe y que consideraban al creyente como un ente grandioso y cercano a Dios, al que se le ha concedio el Conocimiento. ¿Sabes de lo que te hablo?

Gnosticismo, eso es todo.

Cuando Pablo hablaba de gentes que vendrán y prohibirán el matrimonio habla de las primeras sectas gnósticas (el simonismo, entre ellas) que humillan la posición de la mujer respecto al hombre. Tanto que hablan de María como "una mujer masculina", y prohíben el matrimonio por la tentación de la carne (lascivia) que se produce en la mujer, tentada en el Génesis por la serpiente del Maligno. Esto se puede demostrar en evangelios apócrifos (como los de Nag Hammadi). Te dejo un pequeño ejemplo de lo que te digo:

Simón Pedro les dijo: "Que María nos deje, pues las mujeres no son dignas de vida". Jesús le contestó: "Yo mismo la guiaré para que se pueda convertir en un espíritu de Vida, semejante al de vosotros, varones. Pues todo aquél que se haga varón a sí mismo entrará en el Reino de los Cielos". (Apócrifo de Tomás, versículo 75)

Ése era el verdadero sentido que achacaba San Pablo en sus versículos, no confundamos a esos "espíritus mentirosos" que se decían a sí mismo seres sobre los demás simplemente por creer (los gnósticos) con la Iglesia Católica.

Este hecho de los gnósticos lo podemos encontrar en:

Desde hacía un tiempo, vivía en esa ciudad un hombre llamado Simón, el cual con sus artes mágicas tenía deslumbrados a los samaritanos y pretendía ser un gran personaje. Todos, desde el más pequeño al más grande, lo seguían y decían: «Este hombre es la Fuerza de Dios, esa que es llamada Grande».

Y lo seguían, porque desde hacía tiempo los tenía seducidos con su magia. (Hch 8, 9-11)

Se le atibuye a Simón el Mago la fundación de la primera secta gnóstica, el simonismo, que lo considera Dios hecho carne.


(Producción propia)

Salud!!!


Hola, amig@ que lees desde una pantalla.

Por si te interesa, me llamo Juan Ramón, y soy preseminarista de la diócesis de Sidonia-Jerez.
Hoy en día, hablar de fe cristiana es algo que puede sonar falto de sentido, medieval, asunto baladí o incluso algo que roza lo sarcásmico.
Nada más lejos de eso, voy a escribir por estos lares, como testigo de mi fe católica, servidor de Nuestro Señor Jesucristo y para mostrar a la luz lo que un día Dios me mostró a mí, el testimonio de una fe viva en Cristo, en la alegría y la esperanza del Reino de Dios. (Mt 5,13-16)
No abro esta bitácora en espera de recibir miles de visitas, no creo que por acá pase ni el de la bola, pero, por si te interesa, voy a escribir, por lo menos para tí, que te has dignado a leer en mi humilde espacio web.
Soy un hijo de la Iglesia, Casa de Dios, estoy a tu servicio, al igual que Cristo Jesús vino al mundo a servir, y no a ser servido. (Mt 20,25-28)